jueves, 30 de agosto de 2012

Te aviso. Soy bastante peligrosa en cuanto a los sentimientos. Un día puedo hacerte feliz y al siguiente mandarte a la mierda. Así de fácil. Caí en muchas trampas hace tiempo. Pero he aprendido sus reglas y ahora soy yo la dueña, la que domina y tú el dominado.Y me siento genial siéndolo. Así de fácil y de díficil a la vez. Por eso, te aviso, puedo hacer cosas que nunca creerías que alguien fuese capaz de hacerlas. Pero yo ya no me dejo vencer tan fácilmente por aquellas trampas que me lanzaron al vacío alguna vez. Sabes de sobra que consigo todo lo que me proponga. Así que, no me digas que no te avisé en algún momento y ahora, quiéreme si tienes tantos huevos.

La chica de la pulsera rosa.
Voy a decirte algo que tú ya sabes... el mundo no es todo de color rosa, el mundo es un lugar terrible que por muy duro que seas es capaz de arrodillarte a golpes y tenerte sometido permanentemente si tú no se lo impides. Ni tú, ni yo, ni nadie golpea más fuerte que la vida, pero no importa lo fuerte que golpeas, sino lo fuerte que pueden golpearte. Lo aguantas mientras avanzas, hay que soportar sin dejar de avanzar, así es como se gana. Si tú sabes lo que vales ve y consigue lo que mereces, pero tendrás que soportar golpes y no podrás decir que no estás donde querías llegar por culpa de nadie, eso lo hacen los cobardes y tú no lo eres. ¡Tú eres mejor que eso!

La chica de la pulsera rosa.
Porque 1+1 no siempre son 2, porque el blanco puede ser negro, porque el negro es la mezcla de todos los colores, porque lo más fácil no siempre es lo acertado, porque lo complicado a veces es más atractivo, porque lo atractivo no siempre tiene que ser bello, porque un no a veces es un sí, y un sí a veces es un no escondido, porque no es oro todo lo que reluce ni plata todo lo que no brilla, porque comer a veces no te quita el hambre y dormir no significa que descanses, porque estar rodeado de gente no significa estar acompañado, porque se puede soñar despierto, porque a veces los ojos hablan más que millones de palabras, porque a veces los silencios son más que las palabras.

La chica de la pulsera rosa.
Mírate. Eres joven. ¿De qué tienes miedo? Deja de paralizarte ante todo. Deja de tragarte tus palabras. Deja de darle importancia a lo que los demás piensen de ti. Viste como te apetezca. Haz lo que te apetezca. Di lo que te apetezca. Escucha la música que quieras escuchar. Ponla fuerte, a todo lo que de, y baila. Sal a dar una vuelta a medianoche. Olvídate de que tienes clase mañana. Deja de esperar toda la semana a que sea viernes. Hazlo ahora. Vive ahora. Sea el día que sea. Corre riesgos. Cuenta algunos secretos. Guárdate otros. Ésta vida es tuya, y sólo la vivirás una vez. Puedes hacer lo que te propongas, sólo tienes que darte cuenta tú misma de que eres capaz de todo.

La chica de la pulsera rosa.
Los chupetes se convierten en cigarros, el agua en vodka, las bicicletas en coches, los besos en sexo. ¿Te acuerdas cuando volar significaba columpiarte muy muy rápido? ¿Cuándo “protección” significaba usar casco al ir en bicicleta? ¿Cuándo lo peor que podías recibir de una persona eran piojos? ¿Cuándo solo amábamos a nuestros padres? Los hombros de papá eran el lugar más alto del mundo y mamá era
una heroína. Tu peor enemigo era tu hermano, los problemas de velocidad eran causados por quién corría más rápido. “Guerra” era sólo un juego y la única droga que conocías era el remedio para la tos. El dolor más fuerte que podías sentir era el de tus rodillas raspadas y “adiós” significaba solo hasta mañana. Todo esto era lo mejor del mundo, pero no pudimos esperar a crecer.



La chica de la pulsera rosa.

Tristeza de perderte en los recuerdos.



Y ya, cuando te das cuanta de que de verdad todo ha acabado, de que no hay vuelta atrás, ni un botón para dar al “pause” en el tiempo. Es en ese momento, justo antes del final, en el que quieres recordarlo todo.
Todos los detalles vividos, y aquellos que te quedaste con las ganas de que pasaran.
Y sabes que todo ha sido culpa tuya, tu eres la que decidiste que hacer y que no. El “no me atrevo, que vergüenza”, tiene toda la culpa de que ahora te sientas así.
Tienes ganas de volver atrás en el tiempo y de hacer todo lo que no has echo y que quieres hacer. Pero de pronto una sensación de inestabilidad te recorre el cuerpo, tienes miedo que, sabiendo lo que ahora sabes, tomes las decisiones correctas. Quizá ahora no tendrías los amigos que tienes, quizá jamás los habrías conocido. Porque gracias a las experiencias que has vivido, gracias a los caminos que has tomado, hoy, eres quien eres.
Tienes miedo de perder tu esencia, tus seres queridos y los no tan queridos. Miedo de que tal vez, en el futuro dónde escoges los caminos adecuados, todo sea distinto.
Que no haya conseguido tener a mi lado a las personas más maravillosas del mundo. No estar frente a este ordenador escribiendo estas palabras. Quizá sería un futuro mejor, pero no el que yo quiero. Quiero tener a mi lado esa estantería llena de enciclopedias, estar sentada con las piernas cruzadas sabiendo que tengoque estudiar, sudando la gota gorda porque hace una calor que lo flipas. Deseando que llegue ya el cinco de Septiembre para poder hacer lo que estás haciendo ahora pero sin la preocupación de saber que tienes que estudiar para la recuperación.
Porque, tal vez, y solo tal vez, en ese futuro que pinta tan bien, no habría vivido ni la mitad de experiencias que he vivido en este pasado, y en este presente. Y eso te tiene aterrada. 

La chica de la pulsera rosa.
http://www.youtube.com/watch?v=DsaKek6kIJM&feature=player_embedded

Uno de los mejores grupos que existe.

La chica de la pulsera rosa.